¿Cómo tratar la piel seca y deshidratada del rostro?

¿Sientes que tu piel está seca y apagada, escamosa o escamosa en tu rostro? Consulta nuestros mejores consejos para pieles secas y encuentra tu rutina ideal para hidratar tu piel y mejorar su apariencia.

¿Alguna vez has notado que tu piel está seca o sensible después del verano, cuando empiezan a soplar vientos fríos o después de usar un nuevo tónico exfoliante? A veces, no importa cuánta crema hidratante apliques a tu piel seca, ¿todavía la sientes seca y tirante y no sabes qué hacer? Si es así, aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a transformar tu piel seca y escamosa en una piel sana y hermosa.

¿Qué es la piel seca?

La piel seca, como su nombre indica, es una condición asociada a la falta de humedad en la capa más externa de la piel, la epidermis, debido al bajo contenido de aceite o agua. Los nombres médicos para la piel seca incluyen xerosis, xerodermia y asteatosis. Por lo general, no es grave, pero puede resultar irritante o causar picazón y promover la aparición de líneas finas y arrugas.

Esta incómoda afección puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo y afectar a cualquier persona a cualquier edad, aunque es más común en personas mayores porque la piel se adelgaza y suda menos a medida que envejecemos. Además, algunas personas pueden tener la piel seca debido a afecciones cutáneas como eczema, dermatitis de contacto, dermatitis atópica y dermatitis seborreica.

¿Cómo diagnosticar la piel seca?

Su dermatólogo puede diagnosticar fácilmente la piel seca examinándola y preguntándole sobre su historial médico y sus hábitos diarios. Pero es posible que no tengas tiempo o quieras gastar demasiado dinero para consultar a un profesional. No te preocupes, aquí tienes dos formas sencillas de determinar tu tipo de piel en casa.

1. El método desnudo

Comience lavándose la cara con un limpiador suave y séquela con palmaditas suaves. Deje la piel desnuda y no aplique ningún otro tónico, suero o humectante. Después de 25 a 30 minutos, observe y sienta la piel de las mejillas, el mentón, la nariz y la frente.

Si sientes que tu piel está seca o ligeramente tirante, especialmente si sonríes o haces otras expresiones faciales, y no hay brillo visible en la nariz y la frente, lo más probable es que tengas la piel seca.

2. El método de la “hoja secante”

Esta prueba rápida y eficaz ayuda a diferenciar fácilmente entre piel grasa y seca. Presiona un trozo limpio de papel secante en diferentes áreas de tu rostro. Asegúrese de frotar suavemente y no frotar. Luego, sostenga el papel frente a una luz para ver cuánto aceite se ha absorbido: cuanto más aceite haya en el papel, más grasa será su piel. Si el papel absorbe poco o nada de aceite, probablemente tengas la piel seca.

Para obtener mejores resultados, le recomendamos que realice esta prueba al mediodía o por la noche. Frotar la piel demasiado pronto después de la limpieza puede distorsionar los resultados.

Estos son algunos síntomas comunes de la piel seca :

• Grietas o líneas finas en la piel.
• Textura áspera
• Picazón excesiva
• Peladura o descamación de la piel
• Enrojecimiento en la piel
• Piel que se siente tirante
• Piel que pica o arde
• Infecciones de la piel
• Labios agrietados o agrietados

¿Qué causa la piel seca?

La piel seca del rostro puede deberse a muchos factores. Si bien algunas personas nacen con la piel naturalmente seca, existen otros factores externos que pueden promover la piel seca. Lo interesante es que incluso si tu piel es naturalmente grasa, puedes desarrollar piel seca de vez en cuando. A continuación se detallan algunas causas comunes y factores de riesgo de la piel seca:

• genes
• Clima frío y seco
• Dieta no saludable
• Deshidración
• Envejecimiento y cambios hormonales
• hipotiroidismo
• Deficiencia de vitaminas o minerales
• Exfoliación excesiva
• Detergentes o jabones fuertes
• Duchas o baños calientes
• pH de la piel desequilibrado
• Daño solar (rayos UVA/UVB)
• Cloro en piscinas
• Condiciones subyacentes de la piel como psoriasis o dermatitis.
• Ciertos medicamentos como estatinas y diuréticos.

¿Por qué mi piel está tan seca incluso cuando me humedezco?

Si hidratas tu piel con regularidad pero aún experimentas sequedad persistente, es posible que estés usando la crema hidratante incorrecta. Asegúrate de que tu crema facial no contenga ingredientes que puedan deshidratar la piel, como alcohol isopropílico o sulfatos.

O puede que tengas la piel deshidratada en lugar de piel seca. ¿Qué quiere decir esto? Continúe leyendo para comprender exactamente cuál es la diferencia entre estos dos problemas de la piel.

¿Cuál es la diferencia entre piel seca y deshidratada?

Es importante entender que existe una diferencia entre piel seca y deshidratada. La piel seca se utiliza para describir un tipo de piel, mientras que la piel deshidratada es una afección cutánea temporal que puede afectar a todos los tipos de piel. Por ejemplo, incluso la piel grasa puede sufrir deshidratación, lo que puede provocar una sobreproducción de sebo (lo que provoca brotes) mientras la piel intenta compensar la falta de agua.

Muchos creen que la piel seca se debe a la falta de humedad, pero la sequedad es causada por la falta de grasa (sebo), factores humectantes naturales (NMF), que se producen naturalmente en la piel sana. Estos incluyen aminoácidos y urea, que ayudan a retener el agua en la piel y fortalecer la función de barrera protectora de la piel contra la humedad.

La piel seca tiende a descamarse o descamarse y se acompaña de enrojecimiento, sensibilidad e irritación. A menudo se ve afectada por una barrera cutánea deficiente que hace que la pérdida de humedad sea más frecuente y aumenta la sensibilidad a ciertos ingredientes. La piel deshidratada suele confundirse con la piel seca y carece de agua en la capa superior. Cuando tu piel está deshidratada sientes tirantez y también puedes experimentar cierta sensibilidad.

Si bien los signos de estas afecciones son similares, existen diferencias sutiles: la piel deshidratada puede verse más apagada y las líneas finas, las arrugas y las ojeras pueden volverse más visibles debido a la falta de humedad que le da tersura a la piel. Un truco rápido es pellizcar una pequeña zona de tu rostro y si no se recupera rápidamente o se arruga con facilidad, es posible que tu piel esté deshidratada.

**Quieres aprender ¿Cuál es la diferencia entre humectar e hidratar?

Los mejores consejos y rutinas para el cuidado de la piel para pieles secas.

Por suerte, los dos tipos de tratamientos son similares. En muchos casos, la piel seca y deshidratada se puede tratar de la misma manera, ayudando a aumentar la hidratación y la barrera de humedad para ayudar a retener la humedad y reducir la posibilidad de pérdida de agua.

Tomar una ducha y un baño tibio.

Según los dermatólogos, es un mito que beber mucha agua mejora la hidratación de la piel y elimina la piel seca. Sin embargo, beber agua es ciertamente bueno para la salud y no está de más beber mucha agua y mantenerse bien hidratado.

La buena noticia es que cuando te bañas o te duchas, el agua se suma a esas capas cuando te mojas la piel. Sin embargo, es importante recordar que se debe evitar el contacto prolongado con el agua caliente, especialmente en duchas y baños prolongados y calientes.

La exposición prolongada de la piel a altas temperaturas puede comprometer la función de barrera innata de la piel al agotar los aceites naturales de la superficie de la piel, aumentar la sequedad y agravar afecciones como el eczema. Las duchas más frescas o tibias, aunque sólo sean unas pocas veces a la semana, mantienen la piel sana y bien hidratada.

Utilice un limpiador facial suave "sin sulfatos"

Evite el SLS, especialmente si tiene agua dura. La piel seca persistente y la irritación son síntomas comunes del uso crónico de agua dura para la limpieza. La piel seca puede ser causada por el alto contenido de minerales que se encuentran en el agua dura, que si se deja secar sobre la piel puede obstruir los poros y causar sequedad, provocando brotes, descamación y picazón.

Cuando el calcio y el magnesio del agua dura reaccionan con los ácidos grasos de los jabones faciales y corporales y de los baños de burbujas, se produce una coagulación desagradable. Como resultado, su piel no se limpia adecuadamente y los químicos dejan residuos en la piel.

El lauril sulfato de sodio es un tensioactivo aniónico, derivado naturalmente del aceite de coco y/o palmiste, que actúa como agente espumante utilizado en la mayoría de los productos de cuidado y aseo personal, como champús, bálsamos labiales, desinfectantes para manos, espumas de afeitar, tintes para el cabello y maquillaje. desmaquillantes, bases y limpiadores faciales.

Además, evite los jabones duros que contengan sebo o cocoato de sodio, ya que también pueden ser problemáticos para la piel seca. Busque una crema, leche o bálsamo limpiador que esté etiquetado como "sin sulfatos" para que no reseque la piel y la deje suave, flexible y tersa durante todo el día.

Hidratar diariamente y adecuadamente

Para tipo de piel seca

Para combatir la sequedad, es necesario incorporar un humectante más espeso y rico a su rutina diaria de cuidado de la piel. Generalmente, estas cremas faciales más espesas contienen más aceite, lo que las convierte en la mejor opción para pieles extremadamente secas y agrietadas.

El mejor humectante para pieles secas es aquel que contiene lípidos oclusivos como manteca de karité o ceramidas, que pueden alisar y suavizar la piel, actuando como emolientes, otro tipo de agente humectante, y creando una barrera física en la piel para mantenerla húmeda y hidratado. Además, los aceites faciales también pueden ayudar a reducir la pérdida transepidérmica de agua, permitiendo que la piel seca retenga una mayor parte de su contenido de humedad natural.

Para piel deshidratada

Para la piel deshidratada, las capas son clave. Utilice un tónico, suero, crema de día y crema de noche que contengan antioxidantes y humectantes que ayuden a atraer la humedad a la superficie de la piel y a retener el agua para que la piel no se seque rápidamente.

Los humectantes comunes que se encuentran en ampollas, lociones y bálsamos son aloe vera, miel, glicerina, ácido hialurónico, hialuronato de sodio, PCA de sodio, varios glicoles, pantenol (vitamina B5), péptidos y aminoácidos. El uso regular de mascarillas faciales hidratantes o mascarillas en hojas también puede ayudar a mantener la piel suave y flexible.

Consulta los ingredientes de los productos cosméticos.

Muchas personas se sorprenden al saber que su maquillaje o productos cosméticos favoritos utilizados a diario pueden provocar sequedad en la piel. Según los expertos, los ingredientes nocivos que debes evitar si tienes la piel seca son el alcohol, las fragancias, los parabenos y los conservantes.

Si bien el peróxido de benzoilo, el ácido salicílico y los retinoides son los más adecuados para personas con piel grasa y acné superficial, eliminan la grasa y pueden empeorar la sequedad si tienes la piel particularmente seca. Además, ingredientes como el mentol o el alcanfor proporcionan una sensación refrescante, pero pueden resecar increíblemente. Estos ingredientes se pueden utilizar, pero con moderación.

Sea inteligente y gentil con la exfoliación

La exfoliación regular es esencial tanto para la piel seca como para la deshidratada. Utilice ingredientes suaves y no abrasivos para ayudar a eliminar las escamas y la acumulación de piel muerta y promover la renovación de las células de la piel sin eliminar los aceites naturales de la piel.

Si tienes la piel seca, sensible o propensa al acné, utiliza una toallita o una esponja konjac y un exfoliante químico suave, ya que la exfoliación mecánica puede ser demasiado irritante para este tipo de piel y provocar microdesgarros.

Los AHA son los ácidos exfoliantes más comunes para la piel seca. El ácido glicólico y el ácido láctico ayudan a eliminar las células muertas de la capa más externa de la piel y promueven una renovación saludable de la piel.

Si tienes la piel sensible, opta por una exfoliación química que contenga PHA, ya que son mucho más suaves para la piel debido a su mayor tamaño de molécula. Solo tenga cuidado con la exfoliación excesiva y hágalo una o dos veces por semana.

Utilice siempre un protector solar

La exposición al sol aumenta la pérdida de agua del cuerpo, lo que provoca deshidratación y mayor resequedad en este tipo de piel. Después de la exposición al sol, la piel reseca puede verse más gruesa, áspera y escamosa, y sentirse tirante al tacto, lo que la hace lucir arrugada y cansada. Por eso es importante proteger la piel del daño solar diario. Los rayos UVA, incluidos los rayos UVA largos, penetran profundamente en la piel y pueden acelerar los signos del fotoenvejecimiento, mientras que los rayos UVB provocan quemaduras solares y dañan las capas superiores de la piel.

Si tienes la piel seca o estás en invierno, debes optar por un protector solar que sea hidratante y que contenga ingredientes que nutran y calmen la piel, como las ceramidas, el ácido hialurónico, la glicerina o el aloe vera. Elija protectores solares más densos o lociones que tengan una textura cremosa, en lugar de una textura similar a un gel o una tipo espuma mate, que se adapta mejor a la piel grasa.

Los protectores solares minerales con óxido de zinc y dióxido de titanio tienen una consistencia más espesa y suelen tener propiedades humectantes, lo que los hace ideales para pieles secas o deshidratadas. Asegúrese de que su protector solar sea de amplio espectro y tenga un factor de protección solar (SPF) de 30 o más para reducir el riesgo de cáncer de piel y proteger la piel de las quemaduras solares. El SPF de tu protector solar sólo indica protección contra los UVB, pero cuanto mayor sea el SPF, más protege también contra los UVA.

Invierte en un humidificador

A estas alturas ya sabes que el aire frío y seco puede provocar todo tipo de problemas, como opacidad, sequedad, descamación y envejecimiento prematuro. Cuando hay menos humedad, el aire a veces puede arrastrar humedad a través de la piel. Afortunadamente, un humidificador está diseñado para devolver la humedad al aire, lo que ayuda a reducir la posibilidad de que el aire extraiga la hidratación de la piel.

Por esta razón, muchos dermatólogos coinciden en que los humidificadores pueden ser increíblemente útiles para quienes padecen piel seca, deshidratada y con picazón, labios agrietados y cabello lacio, ya que ayudan a aumentar la humedad en el aire a un nivel óptimo de humedad (entre 40-60%). ) para aliviar estos problemas indeseables.